Diario de un nómada

Miguel es recibido por un grupo de motoristas que le esperan para atender a la conferencia que dará antes de salir a su nuevo destino, Dakar.

Miquel Silvestre sale de viaje para comenzar su aventura. Se despide en Madrid de sus amigos y familiares y comienza su viaje bajo la lluvia hasta llegar a Granada para terminar su etapa en Sevilla, paseando por el barrio de Santa Cruz.

Miquel Silvestre visita en Sevilla el lugar de donde zarpó la expedición de Elcano y Magallanes. En Algeciras toma el ferry de rumbo a Ceuta. Cruza la frontera del Tarajal y entra en Marruecos. Su etapa termina en Tetuán para conocer el barrio español, conocido como el Ensanche.

Miquel Silvestre es recibido en el Instituto Cervantes de Tetuán, donde le enseñan el libro de otro viajero español del XIX: Joaquín Gatell. Bajo una copiosa lluvia recorre el litoral marroquí hasta la bahía de Alhucemas.

Nuestro aventurero visita Monte Arruit, lugar donde occurrió una matanza de soldados españoles y se dirige hacia el desierto. Cuando cruza la cordillera del Atlas, completamente nevada, aparece frente a la gran duna de Merzuga.

Miquel Silvestre explica el origen de la costumbre del té en Marruecos antes de salir a navegar por las dunas con la Gorda. En la ruta descubre la arquitectura de adobe típica del sur del país y acaba su etapa en el hotel Dar Kamar en Ouarzazate.

Miquel Silvestre conoce cómo se elabora el famoso aceite de argán antes de entrar en la laberíntica medina de Marrakech. Allí conoce a Hamid, un simpático bereber. La siguiente parada es en Essaouira.

Miquel Silvestre entra en Sidi Ifni, la ciudad que fuera española hasta 1969. El siguiente destino es Tarfaya, antígua Villa Bens, otra población española donde pudo haber empezado uno de los más famosos libros de la historia: "El principito".

Miquel Silvestre busca en las Lagunas de Nayla las ruinas de la fortaleza de los Reyes Católicos. Después toma la carretera construida por los ingenieros españoles para llegar a la capital del Sahara Occidental, Al Aaiun.

Tras el accidente, Miquel Silvestre se recupera en Villa Cisneros. Allí recorre los restos del legado español, la academia de Unamuno, un fortín y un faro entre otras curiosidades.

Miquel se aproxima a la frontera con Mauritania. Esta no resulta fácil de pasar y comienzan los problemas con el papeleo hasta conseguir entrar para visitar la abandonada población española de Güera.

Comenzamos la última etapa de su aventura por el África profunda. Mauritania es un país pobre y desolado, malas carreteras y controles policiales. La etapa la terminamos en Saint Louis, capital colonial francesa.

Miquel emprende el último tramo de su viaje por ya en el interior del África negra. Pasa por el lago Rosa antes de dirigirse a la Dakar real y mostrarnos un retrato de la populosa ciudad africana.